lunes, 29 de agosto de 2011

CAPÍTULO 30. Sólo tengo un par de preguntas.




ÉLSI IBA PARA LA CINCUENTENA. Estaba casada y tenía dos hijos. Era ejecutiva muy valorada en una empresa multinacional ubicada en una pequeña ciudad, a dos horas de distancia de Kuala Lumpur, y parecía haber conseguido en su vida, muchas cosas que otros envidiarían. Había leído todos los libros del doctor Newton, y «sólo tenía un par de preguntas» sobre la regresión espiritual, que esperaba que yo pudiera responder.
Cuando hablamos, me dijo que. Últimamente, se había sentido bastante deprimida. Además, siempre sintió que le faltaba una parte de sí misma. Por su trabajo, tuvo ocasión de viajar mucho, con el privilegio de contar con los servicios de un par de terapeutas de vidas pasadas, en el extranjero. Por desgracia, las sesiones no parecieron ser de mucha ayuda, de modo que acudí o a mí, y al proceso de regresión espiritual.
Inicialmente, estuvimos unos meses intercambiando correos electrónicos. Una mañana de septiembre, tras una conversación telefónica, por fin la conocí personalmente. Mi primera impresión fue que parecía una ejecutiva exigente, directa, y con confianza en sí misma, y que estaba dispuesta a remover el cielo y la tierra para encontrar respuestas. Los primeros treinta minutos me interrogó, y en ellos, expliqué detalladamente el proceso de la vida entre vidas, y el trabajo del doctor Niúton. ÉLSI aclaró todas sus dudas y cuestiones, y al tiempo que le describía algunos de los descubrimientos de mis clientes, le aseguré que tenía experiencia en la terapia.
Había una serie de preguntas que le inquietaban, y esperaba encontrar las respuestas en este proceso. Buscaba aclarar su misión en la vida. Tenía pensamientos de muerte, y se preguntaba si eso significaba que pronto le llegaría el momento. También, le intrigaba averiguar por qué en los últimos años se había sentido tan atraída por los temas metafísicos. Había comprado y leído muchos libros sobre la energía curativa, reiki, regresión a vidas pasadas, y no entendía la causa de ese interés.
Aunque estaba felizmente casada, había tomado conciencia de ciertos sentimientos curiosos, y aparentemente poco ortodoxos, hacia uno de sus profesores de metafísica, y anhelaba averiguar la fuente de dichos sentimientos. Y, de vez en cuando, desde el fallecimiento de su querida madre cuando ella tenía diez años, había tenido la sensación de que su presencia le acompañaba y protegía. En ocasiones, esta conciencia se había extendido a sus sueños. ÉLSI estaba confusa; ¿Significaban estas experiencias que su madre estaba presente, o sólo eran producto de su fantasía? Se preguntaba cómo podría sintonizar mejor con su ser espiritual, y quería descubrir las identidades de su pareja del alma, y de su guía espiritual.
Dirigí la sesión tal como sugiere el doctor Niúton, empezando con la recuperación de recuerdos infantiles felices o neutrales, fluyendo, de este modo, de manera natural, en la regresión hacia las primeras experiencias de la vida actual, antes de volver al útero materno. En esos periodos, nada espectacular ocurrió, pero resultaba muy positivo observar que ÉLSI tenía gran habilidad para recuperar sus primeros recuerdos.
Comentó, que el tránsito por su vida pasada, más reciente, estuvo «lleno de baches», lo que parecía significar una existencia llena de retos. Se vio a sí misma coo viajero solitario, llamado Kamál, que vivía en un país de Oriente Medio. Kamál, iba al campo en busca de hierbas medicinales. Durante esa vida, fue robado, golpeado e, incluso, torturado, y, en ciertos momentos, esta alma parecía atraída por la reexperimentación de sucesos traumáticos.
Aparte de las lecciones kármicas aquí contenidas, un aspecto clave de nuestro trabajo es entrar en el mundo espiritual desde una escena de muerte de una vida anterior. Esto nos permite transitar, de manera natural, hacia nuestro destino en la vida entre vidas . El último día de la vida de Kamál, justo antes de morir, dijo que tenía tres «discípulos» leales junto a su lecho. No eran parientes cosanguíneos; estas tres personas admiraban su devoción por las hierbas medicinales, y habían estudiado, pacientemente con él, durante mucho tiempo. Él murió de viejo, sin lamentos; sentía que había realizado su misión en esa vida, y estaba preparado para «ir a casa». Pasemos a lo que nos comentó de esa vida.

-; Le pregunto a Kamál, ¿cómo sabes que éste es el día de tu muerte?
--; Y empieza a responder lo siguiente; Siento que me duele el cuerpo, y mi mente está muy cansada. Los tres están de pie, a mi lado. No dicen nada, pero la expresión de sus rostros indica que debo estar muy enfermo.
-; ¿Qué ocurre a continuación?
--; ¡Oh!, ¿por qué floto en el aire? ¿Por qué lloran tanto? Ah, ¡estoy muerto! Pero me siento tan ligero flotando. Me siento libre.
-; ¿Hay algo que desees hacer ahora? ¿Puedes comunicar con alguno de ellos?
--; No, sé que he hecho lo que tenía que hacer en esta vida. No tengo lamentos. Y sí, he olvidado decirles que hay un librito que he escrito y que contiene las investigaciones de toda mi vida. Creo que el libro se lo deberían dar al más joven de los tres, para que difunda mis enseñanzas cuando me vaya. Es en el que más confío.
-; ¿Cómo piensas hacer eso?
--; Hoy entraré en sus sueños, y se lo diré. Se sentirá tan triste y cansado después de mi muerte; sé que ése es el momento más adecuado para conectar con él.

Animo a mi cliente a hacerlo, y le digo que me informe cuando lo haya conseguido. Estuvo en silencio durante un minuto, o dos y, mientras esperaba su señal para continuar, ella cambió la posición de su cuerpo y dijo; “¡Ya he acabado!”.

La sesión continúa:

-; Pregunto. ¿Notas alguna sensación ahora?
--; (Duda un rato.) Oh, ahora floto, cada vez más alto. Floto fuera de mi casa, subo más alto; puedo ver mi casa debajo, mi ciudad, mi región, mi país; la Tierra parece estar debajo de mí, y ahora sigo ascendiendo hacia el cielo. Estoy dentro de la galaxia, y las estrellas me rodean. Espera, me guía cierta energía, me siento muy bien. Nunca me he sentido tan bien en mi vida. Es como ir a casa. Parece que no tengo cuerpo físico, pero la luz describe la forma de mi cuerpo. Soy transparente, y me siento ligero.
En este momento, ÉLSI parece muy emocionada; las lágrimas fluyen de sus ojos.
-; ¿Qué percibes?
--; Parece que me he detenido. Las estrellas me rodean por todas partes; estrellas preciosas, temblorosas, llenas de colores, bailando por todas partes. Extraño; tengo la sensación de haber estado aquí antes. Ahora la danza se detiene, y seis, -no, cinco-, estrellas, que parecen ser las más brillantes, vienen hacia mí. Todas parecen darme la bienvenida y animarme. Ahora, la que está a mi derecha; (Nota; suponiendo la esfera de un reloj, estaría situada las 3 en punto), esa estrella se acerca a saludarme. No oigo palabras, pero sé que la estrella me dice; Bienvenido a casa, amigo mío. Es como un mensaje, que pasa por mi mente.
-; Para continuar con nuestra exploración juntos, ¿puedes decirme por qué nombre te conocen en ese lugar?
--; Creo que es un sonido. Suena como, “Jum míi”. Sí, el nombre de mi alma es, “Jum míi”.
-; Bien, “Jum míi”. Me alegra saberlo. Ahora, me pregunto si puedes ayudarme a asistir a ÉLSI, para que encuentre respuestas a una serie de preguntas que le inquietan desde hacer tiempo.
--; Claro, ¡me alegro de hacerlo! Ahora, la estrella más brillante me lleva a traspasar la puerta. Siento que floto, o vuelo, en el aire. Este viaje parece tan ligero y fácil. El viaje es, simplemente, asombroso, porque no peso.
-; ¿Qué aspecto tienes en ese estado? ¿Tienes cuerpo, color o raza?
--; No, no tengo cuerpo; todo lo que siento a mi alrededor es luz y energía.
-; ¿Adónde vas ahora?
--; No lo sé.
-; Por favor, dime si lo tienes delante de ti ahora mismo.
--; La luz me lleva a un espacio. Este espacio se parece a una sala enorme, sin límites aparentes, tan sólo una pared que parece expandirse según me acerco a ella. Aquí siento calidez, y una sensación de pertenencia. Noto una luz intensa, que viene hacia mí, mientras la luz que me guía se retira hacia atrás. Estoy rodeado por luces de distintos colores. Me dan la bienvenida. Somos de la misma categoría; es mi grupo.
-; ¿Sientes, o percibes ahí, alguien a quien conozcas?
--; Déjame pensar. Bueno, la luz situada a las 11, está tan llena de amor, amor desinteresado. Ahora viene hacia mí, y me envuelve con su color. La siento tan familiar.
-; Mira a través, y más allá, de la luz. ¿Te recuerda a alguien?
--; Oh, ¡es mi madre! (Con emoción.) ¡Te he echado tanto de menos! ¿Por qué me dejaste tan de repente, cuando aún no era capaz de apreciar plenamente tu amor? (Aquí, la cliente registra la respuesta de su madre, quien dice que “Simplemente, me había llegado la hora de volver a casa. Tienes que aprender a estar sola, todo esto está en el plan. No obstante, todo este tiempo he estado a tu lado, protegiéndote desde donde estoy. De hecho, y para que veas que es cierto, no ¿has notado que acaricio tu pelo por la noche?)
--; Yo pensaba, todo este tiempo, que eran alucinaciones. De modo que nunca me dejaste, mamá. Me siento mucho mejor sabiendo que siempre estás conmigo.
-; Pregunto a mi cliente lo siguiente; “Jum míi”, ¿puedes ayudar a ÉLSI a entender por qué suele tener esos sentimientos, aparentemente inusuales, hacia su profesor de metafísica?
Aquí, la voz de mi cliente cambia notablemente, asumiendo un ritmo más calmado y firme, y responde.
--; ÉLSI debe ser consciente de que ese hombre es de su grupo de almas. Su papel consiste en ayudarle a entender mejor su desarrollo espiritual. No es coincidencia que, después de encontrarse con ese profesor, ÉLSI haya estado más sintonizada con las enseñanzas del tipo de la Nueva Era. Ella debe concentrarse en sintetizar las energías de ambos. Se complementarán mutuamente en su búsqueda conjunta de una comprensión superior.
Aquí ÉLSI murmura para sí misma; es mi pareja del alma.»
-; ÉLSI también quiere saber quién es su guía espiritual. “Jum míi”, ¿podría ser la primera luz que ha venido a recibirte ahora mismo?
--; El guía espiritual no tiene forma física. Está representado por los sentimientos viscerales e instintivos que he estado experimentando todo este tiempo.
-; Muy bien. Sigamos.
--; Estoy empezando a salir de este espacio, y me estoy orientan
do en otra dirección. La luz me guía. Ahora nos detenemos frente a
una extraña estructura con una gran puerta de color verde y un arco
elevado sobre ella. La luz que me guía me está introduciendo.
-; ¿Qué pasa a continuación? Por favor, dímelo.
--; Puedo ver una mesa redonda con algunas manchas de luz de
trás de ella.
-; ¿Cuántas manchas de luz percibes?
--; Déjame ver. Hay cinco..., la mayoría son luces azules y púrpuras.

“Jum míi”, el alma de ÉLSI, me describe los tonos de color de lo que claramente es el Consejo de Ancianos sentado en semicírculo a su alrededor. Teniendo en cuenta su naturaleza de guías y consejeros, continúo haciendo preguntas para que “Jum míi”/ÉLSI pueda sacar el máximo provecho de este encuentro.
-; “Jum míi”, ¿puedo saber por qué te han guiado a este lugar? ¿Es el día de un gran aprendizaje, o de algún tipo de juicio?
--; Estoy aquí para comunicar con estas cinco almas, quienes son responsables de guiar mi evolución como alma. Están aquí para proporcionar respuestas, no para juzgarme; eso lo sé. He pasado por este mismo proceso muchas veces antes, y no siento ansiedad alguna por estar ante ellos. De hecho, estoy totalmente calmada.
-; Eso está bien, “Jum míi”. ÉLSI me ha pedido que averigüe las respuestas de las siguientes preguntas:
Primera, ¿Cuál es su misión en su vida actual?
Segunda, ¿Cómo puede sintonizarse más con su yo espiritual?
Tercera, Recientemente ha sentido la presencia de la muerte. ¿Significa eso que ha llegado su hora?
¿Podrías trasladar estas preguntas al consejo?
--; Para responder a la primera pregunta, un anciano se pone de pie y envía el siguiente mensaje a mi mente:
«Con amor, ayuda y humildad en el aprendizaje, te convertirás en una sanadora. Pon cuidado en cualquier cosa que hagas ahora mismo. Estamos siempre aquí para proporcionarte los recursos que necesitas, a fin de alcanzar tus objetivos en la vida".

Para la segunda pregunta, la respuesta es; «Sé humilde, y busca tu aprendizaje como si fueras una niña pequeña. Confía en que la niña, o en la pequeña voz que hay dentro de ti; ella te guiará hacia una mayor sintonía con el reino espiritual".
Un tercer anciano, que se presenta como la imponente figura de una diosa, responde a la tercera pregunta. Dice que, «no hay muerte, excepto en el nivel consciente. La muerte es la transición entre el nivel consciente, y el inconsciente. Como almas, no morimos, tan solo abandonamos la forma corporal. En realidad, los pensamientos de muerte son nuestra percepción de la energía terrenal. Mantente en paz con tu entorno, ÉLSI, y serás feliz».

Dos meses después de la sesión, ÉLSI me telefoneó para darme las gracias por la ayuda que le había prestado, y su voz sonaba muy diferente.

Ahora, es muy feliz y está en paz consigo misma. Ha comenzado un curso de medicina energética, y ha hecho voto de usar lo que aprenda para ayudar a otros. Incluso comenta que siente como si siempre hubiera estado destinada a aprender este trabajo, porque lo comprende mucho mejor que cualquier otro alumno de su grupo de estudio.
Ahora puede afrontar a su profesor de metafísica con comprensión más clara. Sabe que es su pareja del alma, y que se necesitan, mutuamente, para ver la luz mayor.
Y tal vez lo más importante es que ya no sueña con su madre. Su experiencia le ha reconfortado y aclarado su entendimiento. Recuerda, claramente, los mensajes del alma de su madre, y también los del miembro del consejo que le animó a entender que la muerte es una percepción consciente, y que la naturaleza del alma es eterna.