martes, 2 de agosto de 2011

CAPÍTULO 16. Extender la energía universal mediante la música.

Es interesante oir el capítulo si no eres sordo. Y leerlo, si no eres ciego.





Ésta es una historia sobre la energía. En el núcleo de nuestra alma, hay una energía asombrosa, que podemos integrar en nuestra vida de diversas maneras, para sentirnos mejor con nosotros mismos. Este es el caso de Jeremías, que nos muestra cómo los campos energéticos individuales pueden interactuar para un propósito colectivo. Una vez que estos aspectos de la energía se llevan a la conciencia, nuestros pensamientos cambian, nuestro aspecto se transforma y, lo que es más importante, podemos compartir esta sabiduría con otros.

JEREMÍAS EMPEZÓ A ESTUDIAR música a los siete años, y ya tocaba profesionalmente cuando aún iba al instituto. Actualmente, ofrece actuaciones en todo el mundo.
A medida que Jeremías maduró, se sintió más atraído por la exploración interior, y la hipnoterapia se convirtió en el paso siguiente, después de que un amigo le regalara el libro, "La vida entre vidas". En el año 2005, fue uno de los primeros australianos en emprender este asombroso viaje.
A medida que fue profundizando, más y más, en el estado de relajación, Jeremías viajó hacia atrás en el tiempo, hasta la vida del teniente aviador, Francisco Nórbert. Francisco, nació en 1906,en Cótswolds, Inglaterra central. Antes de la Segunda Guerra Mundial, había sido piloto civil, y en 1943, a los treinta y siete años, se encontró en un bombardero Láncaster volando sobre Hamburgo, haciendo incursiones aéreas para la fuerza aérea inglesa.
-; Le pregunto; ¿Dónde estás ahora? Descríbeme lo que ocurre a tu alrededor.
--; Jeremías me contesta; Estoy sentado en nuestro avión. Lo llamamos, Sássy Sály. Lo he dejado en manos de nuestro tripulante bombardero, el responsable de decidir cuándo se sueltan las bombas, y acabamos de dejar caer los explosivos. Vuela más ligero descargado, y los mandos se manejan mejor. Hay una tira de cordel enroscada sobre los mandos, somos un poco supersticiosos y pensamos que es mejor dejarlo. Veintisiete misiones, y seguimos aquí.
-; Francisco, avanza en el tiempo, hasta el siguiente suceso significativo. ¿Qué ocurre ahora?
--; Volvemos a volar sobre Bélgica. Nos atacan. Es la única vez que he deseado pilotar un avión de caza. Me encanta mi bombardero, Saly, pero en él estamos atrapados en los asientos. Puedo oír balas y metralla golpear el avión. Suena muy alto. Nunca pensé que podría oírlos; caos en el intercomunicador; debería haber pensado en saltar.

El avión de Francisco, alcanzado, cae en picado a tierra. Su alma abandonó el cuerpo durante la caída del avión, siguiendo la trayectoria del mismo hasta el suelo. Toda la tripulación pudo salir, menos Francisco y otro tripulante. Mientras mi cliente flota en estado de alma, supervisando el choque del avión, se da cuenta de una presencia cercana.
-; ¿Quién anda por ahí, contigo?
--; Es mi guía, Fíneus. Se ríe de mi obstinación. Lleva puesto un abrigo con capucha, y ahora ha elegido una forma de gnomo. Aún siento que debería ser capaz de hacer volar el avión. Fíneus me dice que no es posible pilotar un avión con una única ala. Sigo pensando que puedo hacer algo que nadie más puede hacer.
-; ¿Con qué nombre te llama tu guía?
--; Ismúz.
-; ¿Qué dice tu guía sobre la vida de Francisco?
--; Que aprendí valentía, a ser valiente para los demás; uno de ellos sólo tenía dieciocho años. Les hice valientes. Ahora se ríe de mí, porque siempre quiero ser perfecto. He hecho esto muchas veces. Es posible hacer volar a un avión con una única ala; si sabes cómo, puedes hacer volar, incluso, a un avión sin alas.

Fíneus lleva a Ismúz a un lugar sereno, para poder hablar de la vida de Francisco y extraer las lecciones aprendidas.

--; Fíneus me dice que he sido un poco abrupto con la gente, y me da ejemplos de ello. No quería ser descortés, aunque sabía apartar a la gente para completar mis tareas. Ahora, mi guía me ayuda a entender que, en esta vida, como Francisco, podría haber hecho más para ayudar a la gente a sentirse mejor consigo misma. Usar mi energía de una manera mejor.
-; ¿Sabes mucho sobre la energía, Ismúz?
--; Sí.
-; ¿Por qué sabes tanto?
--; Es lo que hago; yo solía, en fin, puedo poner un poco aquí, un poco allá, dejar un poco a alguien, o juntarla toda y hacer que ocurra algo.
-; ¿Te refieres, tal vez, a dejar tu energía, como si fuera una impronta de la calidez que quieres transmitir a la gente? ¿Tal vez, dejar en ellos un eco residual, una breve sensación de presencia?
--; Sí.
-; ¿Lo hiciste siendo Francisco, piloto de bombardero?
--; No.
-; ¿Eres un especialista en la energía, Ismúz?
--; Todo el mundo usa la energía, aunque a algunos les cuesta contenerla. No pueden contenerla, y usarla bien.
-; ¿Qué es lo que haces, que otros no pueden hacer?
--; Reconforto a la gente.

Esta idea de reconfortar a la gente, refleja la capacidad de Jeremías de usar la energía para ayudarles a sentirse mejor consigo mismos y, ciertamente, eso es lo que ahora hace con su música. A veces, las almas se quedan tan atrapadas en el marco de ciertos cuerpos, y en las tensiones de su entorno, que sus talentos naturales quedan inhibidos, y no hacen el buen trabajo que podrían hacer en esa vida. A medida que avanza nuestra sesión, Jeremías, o más bien su alma, Ismúz, habla de Ganímedes, la tercera de las lunas mayores de Júpiter, donde aprende y practica el arte de la luz y la energía. Ismúz, puede trabajar en otras dimensiones diferentes de nuestra existencia física. Deja una porción de su energía allí, para continuar sus estudios, y vuelve a la vida de Jeremías, para traer nuevas habilidades a la Tierra.
Ismúz, ofrece otra reflexión divertida. Jeremías compra muchas pilas, y las lleva consigo cuando viaja; de hecho, lleva muchas más de las que usa. Así es como plasma el concepto de, digamos, «llevar energía consigo», al reino físico.
Ismúz dio otro ejemplo de cómo Jeremías usa la energía en su vida cotidiana. Habló de una ocasión, en la que una puerta estaba cerrada y otros intentaron abrirla sin éxito. Entonces, Jeremías fue hasta ella, y dirigió su energía hacia el cerrojo. La puerta se abrió, para sorpresa de los demás.
Ismúz sigue explicando más cosas sobre la energía.
La energía no es una sola cosa, hay muchos trocitos. El truco consiste en ser delicado, y juntarlos todos. Tú diriges tu energía y, después, trabajas con otros para dirigirla grupalmente.
-; Le pregunto lo siguiente; Ismúz; ¿qué es lo siguiente que Jeremías debería hacer con esa energía?
--; Debería combinar su energía, con la de otros que también hacen este tipo de trabajo. Tiene que prepararse para que todo el mundo pueda usar su energía a la vez, y todos puedan sentir la calidez. Si lo hacemos bien, yo puedo ver el aspecto que adquiere la energía.

Ismúz describió que, todo el mundo, tiene la capacidad de usar la energía vibratoria, y que es mucho más poderosa cuando todos la usamos conjuntamente. En la vida de Jeremías, Ismúz ha elegido la música como una manera de irradiar energía. Ismúz describe que, a veces, la existencia física se interpone en el camino de la energía. La música ofrece una manera de evitarlo, y llevar la energía al mundo. En este sentido, dice lo siguiente;

Cuando toco, soy yo. La música, es la ventana para entrar en la calma. Cuando toco, lo hago para todos. Es como si la marea fuera en el otro sentido. Voy más allá del cuerpo y envío energía, directamente, al alma.

Ésta es una vida importante para Ismúz, porque está deshaciendo una vieja pauta. A lo largo de muchas vidas, ha intentado no dejarse pillar por los aspectos físicos de la forma humana.
Una revisión de sus vidas, mostró a Ismúz como un vikingo llamado, Kántor, que en sus primeros años daba mucha importancia al cuerpo físico. No obstante, hacia el final de su vida, cambió de parecer; descubrió que, su espada, ya no le daba placer, y anheló la paz.
También vimos una segunda vida, en la que fue el capitán Morgan, tal vez un corsario de la marina británica, que cayó en manos de los españoles, en el siglo diecinueve. Le tendieron una emboscada después de ser delatado por una mujer, leal a España, quien transmitió los detalles de los movimientos de las tropas inglesas. Morgan sobrevivió, pero tuvo que soportar, secretamente, dos sentimientos. Por un lado, la culpa de esa traición; que encubría, en realidad una culpa por comportamiento libidinoso con la mujer; y, por otro, la pérdida de la mayor parte de su tripulación. Ésta es la causa por la que Francisco, el piloto de bombardero, luchó tanto por salvar a sus hombres cuando fueron alcanzados en el avión, sobre los cielos de Bélgica.

Por medio de la conciencia de Ismúz, y de sus propios estudios, Jeremías está trayendo sus nuevas habilidades energéticas, recientemente adquiridas, al planeta Tierra. También, está cambiando la vieja pauta de sentirse atrapado, exclusivamente, en la dimensión física de sus vidas terrenales. Actualmente, Jeremías viaja por el mundo tocando su música. Después de haber explorado el propósito de su vida por medio de la regresión, usa la energía más conscientemente. Por ejemplo, ha habido ocasiones, mientras se preparaba para el concierto, en las que le han pedido que se crearan más pasillos en la platea, para que la música fluyera mejor hacia el público. En una ocasión, tocó en uno de los teatros más prestigiosos de Europa, en el que había tocado el propio Mozart. El piano estaba situado, en el escenario, en una posición determinada desde hacía décadas, pero Jeremías sintió que era un lugar equivocado. En contra de toda expectativa, logró que el personal moviera el piano a otra nueva posición y, una vez allí, el riguroso director de orquesta confirmó que la nueva posición del piano era mucho mejor, y decidió dejarlo allí, permanentemente. Una vez más, Jeremías hizo que todo el mundo sintiera calidez y acogida.
Para Jeremías, la selección del cuerpo en el que encarnar, y la ubicación geográfica, habían sido importantes. Rechazó una vida como monje tibetano, y otra, como político norteamericano, y ello, en favor de su vida como Jeremías, el músico australiano. Ismúz, lo expresó así;

La gente tiene que identificarse contigo como Jeremías. Australia es una buena elección. Allí, puedes prepararte tranquilamente.

Siento que, este «prepararte», hace referencia a los cambios que se ciernen sobre la Tierra. Como Australia no está desgarrada por las luchas, el hambre y la guerra, siento que probablemente ésta es la razón por la que Jeremías eligió vivir en aquel país del hemisferio sur.

Dos años después de la experiencia, Jeremías y yo nos encontramos en un café en la parte oriental de Sidney, para hablar de los cambios que la sesión había producido en su vida.

Jeremías ha hablado a su hijo adolescente, del propósito y de la planificación de la vida, e incluso sobre lo que él entendió de las conexiones del alma en su sesión. Después de eso, su hijo resumió la lección de este modo; «Entonces, papá, si esta chica que me gusta es muy compatible conmigo, probablemente estaremos juntos de todos modos. Si no estamos juntos, probablemente es porque no tenemos que estarlo. De modo que, en realidad, no debo preocuparme, ¿cierto?».

Jeremías usó una analogía para resumir su visión de la vida después de su experiencia. La hermosa ciudad de Pérz está en la costa oeste de Australia, separada de la costa este por miles de kilómetros de un desierto llamado, "llanura Nulárbor". De esta precisión geográfica, Jeremías sacó esta reflexión;

La experiencia te da una perspectiva diferente. Ahora, la vida es como si estuvieras conduciendo por el desierto de Nulárbor de noche. Puedes ver unos cien metros por delante de ti, porque esa es la distancia que iluminan las luces de tu coche. Pero la sesión de regresión es como si hubieras hecho un viaje virtual por Pérz, en internet. Has hecho tu investigación, y sabes lo hermosa que es esa ciudad. Mientras estás sentado en tu coche, y viajas por el desierto, sabes que, al final, te espera algo asombroso. Eso hace que pienses, y te sientas, diferente durante el viaje.

De modo que, el resultado de la hipnoterapia, es que acabas con dos perspectivas paralelas. Al mantener nuestra existencia dual, parte inmortal y parte ser físico, debemos mantenernos asentados e integrados. Jeremías tiene una manera muy práctica de hacer esto, porque dice;

Creo, que estoy aquí para trabajar la consciencia global en evolución, y esto suena muy importante. Pero, en realidad, ¿no es por eso, por lo que todos estamos aquí? También suena muy normal.

Esta visión expandida de la vida, es típica de quienes emprenden la exploración. La historia de Jeremías no deja de ser común, aunque el verdadero poder de esta exploración viene de esa nueva perspectiva que tenemos en la vida cotidiana. Es un cambio en el sistema de creencias, que nos permite vivir con más energía y propósito, haciendo que el resultado de la sesión de regresión sea, realmente, profundo.
Cuando Jeremías y yo salimos de la cafetería, y nos fuimos cada uno por nuestro lado, me di cuenta de algo; me sentía más cálido y afectuoso que cuando había llegado.