viernes, 22 de julio de 2011

CAPTTULO 9. El ganso blanco.

Es interesante oir el capítulo si no eres sordo. Y leerlo, si no eres ciego.






CAPTTULO 9. El ganso blanco.

Este capitulo describe muy claramente el rápido y positivo progreso que puede producirse cuando un cliente es guiado con sensibilidad al estado entre vidas. Este caso nos recuerda que todos somos almas, -seres inmortales de luz y amor-, y que mediante la terapia podemos redescubrir el estado del alma, en el que nuestros sentimientos y experiencias son de una calidad muy superior a los que tenemos en nuestra mente humana.

CUANDO SANDRA, guapa mujer de treinta años, entró por primera vez en mi consulta, parecía animada, confiada y ligeramente arrogante. Esto me sorprendió un poco porque, cuando me escribió originalmente, mostró muy poco coraje para afrontar la vida, y dijo que había pensado, repetidamente, suicidarse. Sufría cada vez más dolores cardíacos repentinos, y sentimientos de ansiedad, pero los médicos no encontraban una causa física. Ni siquiera dieciocho meses de psicoterapia intensa le habían ayudado. Me dijo que no era capaz de llorar, aunque todo le parecía extremadamente arduo y sin sentido.
Como era licenciada universitaria con experiencia profesional en distintas áreas, Sandra tenía mucho éxito, pero no alegría. Se sentía vacía y sin amigos. Tenía aventuras con hombres, y después se sentía usada y humillada. Describió a sus padres como personas «amistosas y cariñosas», pero ahora evitaba todo contacto con ellos porque se avergonzaba de sus profesiones simples.
Mientras guío a mis clientes a una vida pasada, suelo volver con ellos a las distintas etapas de sus vidas actuales, y también al útero materno. Pero Sandra me pidió que evitara eso, estrictamente. Quería que le guiara, directamente, a una vida pasada. Dijo que siempre había sentido que había sido una persona muy especial, alguien que había hecho algo que tuvo mucho impacto. Sin embargo, no sabía qué podía ser ese, «algo». En su vida actual, a Sandra no le importaban los asuntos espirituales. Cuando por casualidad leyó en una revista sobre mi libro, que trata de los efectos positivos de la regresión
a las vidas pasadas, sintió curiosidad, compró el libro, y ahora estaba aquí, para experimentar la regresión por sí misma.
Tardé mucho tiempo en llevar a Sandra a un trance profundo
porque, de repente, se sintió tensa y temerosa. La ayudé induciéndola a un viaje imaginario, en el que visualizaba una preciosa pradera floreada. Entonces empezó a relajarse poco a poco. Pedí al guía de su alma que eligiera para esta sesión la vida anterior que más le ayudara y, después, la llevé a esa vida.
Mi cliente estuvo cómodamente tumbada de espaldas durante mucho tiempo, flotando sobre una nube blanca en el cielo azul. Durante este tiempo, la profundidad de su trance mejoró gradualmente.
Entonces, le pedí que se diera la vuelta, y mirara hacia abajo, a la Tierra. Debajo de ella vio un suave paisaje verde, con hierba y árboles. Le expliqué que contaría hasta tres, y entonces llegaría a la situación de sus vidas anteriores que fuera más relevante para su vida actual.
-; ¿Qué ves?, le pregunté.
--; (Temblando de repente, y respirando intermitentemente por su boca apenas abierta.) Es un cenagal. Los caballos no pueden moverse, pues están firmemente atascado--; el barro les llega a las rodillas. Yo tampoco puedo moverme. (Ahora, Sandra grita). ¡Todo es gris, sólo gris! ¡El infierno debe tener este aspecto! (Quejándose.)Debo continuar; ¡debo continuar!
-; Date la vuelta y dime qué pasa.
--; (Respirando pesadamente). Tengo que deshacerme de la mochila y del rifle. Ya no puedo. Oh, Señor, están disparando, ¡disparan! ¡Malditos bastardos! (Llorando.) No puedo seguir. Pero necesito mi rifle. Le han dado a un caballo. (En voz alta.) ¡Ah!, no me ha dado, ¡aún no! Pero ¿por qué? ¡Este lío debe acabar ahora mismo!

Sandra se encontraba en Rusia, en la Segunda Guerra Mundial, en el cuerpo de un soldado alemán desesperado, llamado Ráiner. La situación no tenía salida. Los vehículos todoterreno que avanzaban no podían seguir adelante en medio de la intensa lluvia. En su lugar, se usaban carros tirados por caballos, y ahora éstos estaban atascados en el barro.
En la escena siguiente, Sandra se vio a sí misma como Ráiner; un joven de uniforme, justo antes del comienzo de la guerra, junto a su novia, Yudít, en la preciosa casa de sus padres. Sus padres eran granjeros ricos.
-; ¿Cómo te sientes ahí?
--; Yudít quiere separarse de mí.
-; ¿Por qué quiere hacer eso?
--; Porque me he hecho militar. (Orgullosamente.) ¡Haré carrera! (Risa.) No sólo vacas y cerdos. Ella es judía. Eso no me encaja, no encaja con la nación alemana.
-; ¿Qué sientes con respecto a Yudít?
--; Es muy hermosa y elegante; ahora está llorando. Eso no me gusta; sí, más vale que nos separemos.

Dos años después, Ráiner manda a un grupo de soldados que controlan la frontera suizo alemana. Han atrapado a un grupo de judíos; Yudít está entre ellos. Sandra cuenta lo siguiente;
--; Va desaliñada, ya no está guapa. Se ve sucia. Me mira extrañamente; está asustada; ahora retira la mirada.
-; ¿Cómo te sientes ante esto?
--; No lo sé. Me alejo un poco. Tengo que tomar una decisión; los refugiados judíos tienen que ser rigurosamente castigados. (Larga pausa.)
-; ¡Dime ahora! ¿Cuál es tu decisión?
--; (Gritando.) ¡Voy a hacer que les fusilen!
-; ¿Qué sientes al ordenar eso?
--; (Desafiante.) ¡Tiene que ser así! ¡Es la ley! ¡No le debo nada a esa mujer!
-; ¿Estás presente cuando le disparan?
--; Sí. Todos están en fila, con la espalda hacia nosotros, frente a una zanja, con las manos detrás de la cabeza.
-; ¿Se han alineado de esa manera por sí mismos? ¡Míralo con cuidado!
--; No, mis soldados han tenido que obligarles. Algunos lloran, pidiendo misericordia; un hombre se hunde, llora. Las mujeres suelen ser más fuertes.
-; ¿Y qué pasa con Yudít?
--; No llora. Tiene a un niño pequeño cogido de la mano.
-; ¿Es su hijo?
--; Creo que es del hombre que lloraba.
-; ¿Y qué edad tiene el pequeño? ¿Es niño, o niña?
--; Es una niña. Tal vez tenga unos cuatro años.
-; ¿Qué sientes?
--; No lo sé. Tal vez lo que siempre siento en estas situaciones, una especie de vacío.
-; ¿Algo más?
--; (Lentamente.) Ira. Aburrimiento. Sí, y también agitación.
-; ¡Quiero que sientas esos sentimientos con cuidado!
--; Sí. Este poder me excita.
-; ¿Qué pasa a continuación?
--; Mis soldados disparan. Todos caen a la zanja; se acabó.

Poco después, Ráiner empieza a sentir terribles remordimientos y a tener pesadillas. También aparece un dolor cardíaco repentino. Se ofrece voluntario para ir al frente. Tiene la esperanza de morir, pero es capturado por los rusos.

--; Estoy frente a las barracas del campo de detención, muy flaco; todo es gris y está sucio; apenas hay algo que comer; ni siquiera para los rusos. Tenemos que reconstruir casas. Inútil. Vuelven a disparar, ¡estos idiotas!
-; ¿Quiénes?
--; Los nuestros, (los alemanes). Todo está bombardeado; hay muchos prisioneros alemanes.

Un avión deja caer una bomba. A Ráiner le golpea la onda expansiva y le lanza a cierta distancia. Está herido en su hombro izquierdo. Al volver a incorporarse, ve un ganso blanco junto a él, que tiene herida el ala izquierda.
--; (Asombrado y anonadado.) Este ganso blanco, es lo más puro y bello que he visto nunca. (Larga pausa.)
-; ¿Qué está ocurriendo dentro de ti?
--; (Lentamente). Así es como fui una vez, o como podría haber sido.

Los soldados rusos vienen y atrapan el ganso. Uno de ellos lo ahoga. Ráiner grita y se lanza contra ellos. Un soldado le golpea con la culata de su fusil. Ráiner cae al suelo, y muere inmediatamente. Algo saca su alma del cuerpo. Seguidamente, durante mucho tiempo, su alma se ve inmersa en la negrura. Se siente sola y perdida.

-; ¿Qué aspecto tienes ahora?
--; Soy como niebla. Sin forma humana.
Finalmente, hay un poco de luminosidad a lo lejos, y el ganso blanco entra volando.
--; (Repentinamente excitada). Éste es aún más hermoso que el de Rusia. ¡Es brillante, y muy grande!

A su alma se le permite tumbarse en la espalda del ganso blanco y, seguidamente, éste sale volando con ella encima. Ráiner - Sandra ve, debajo de ambos, un paisaje gris que muestra la destrucción de la guerra. Sandra dijo que se sentía muy pequeña, pesada y cansada. Una profunda tristeza le llenaba y, de repente, las lágrimas empiezan a correr por su rostro. Como alma, Sandra se permite hundirse, profundamente, en las plumas blancas, y llora larga e intensamente.
--; (Llorando.) Tengo ganas de disolverme en infinitas lágrimas que rieguen todo el país.
-; (Cuando la cliente se ha calmado un poco.) ¿Cómo te sientes ahora?
--; Más ligera, y, ¡oh!, ¡las tierras de abajo han reverdecido! ¡El horrible gris de la muerte se ha ido! ¡Todo vuelve a ser fértil!
-; ¿Dónde está el ganso blanco?
--; A mi lado. Pero ahora se ha transformado en una luz azulada y alargada. (Asombrada.) ¡Es el guía de mi alma!.

Mirando atrás, con la ayuda de su guía, queda claro para mi cliente las lecciones de la vida anterior que tenía que aprender para que le ayudasen en su vida actual.

--; En mi vida actual, quería ser alguien especial, pero había olvidado lo más importante; ¡El corazón! Actuar con compasión.
-; ¿Qué tiene que ver la compasión con tu vida actual?
--; Ahora soy muy diferente de cómo quería ser inicialmente. Me han tratado mal, ¡y estoy sola!
-; ¿Qué opina tu guía de esto?
--; Él mueve la cabeza. (Sorprendida.) Me muestra escenas de mi vida actual. Mis padres. Me siento avergonzada porque no paso tiempo con ellos. Ahora me muestra una mujer. La conozco del trabajo. Ella es feliz. (Lentamente.) ¡Uf!, parece que tengo algo que criticar en todas las personas y cosas. Debería abandonar esa actitud y mostrarme más amistosa, modesta y cariñosa, ¡pero estoy tan cansada!

Entonces, el guía lleva el alma de mi cliente a un lugar de descanso y limpieza en el mundo espiritual. Por debajo de ella ha visto un pequeño lago de color azul claro. Flota hacia abajo y se sumerge en el agua. La siente cálida y suave al sumergirse.
--; Siento que me vuelvo cada vez más transparente y ligera. No puedo decir exactamente dónde acaba mi cuerpo y dónde empieza el agua. (Suspirando cómodamente.) ¡Me gustaría estar aquí eternamente!
Después de mucho tiempo, el guía viene a llevarse el alma de Sandra.
--; Ahora él lleva puesto un vestido largo, azulado y brillante. No puedo verle la cara, pero; ¡es una mujer!
-; ¿Y qué aspecto tienes tú, ahora?
--; Como una elegante niebla amarilla. Tengo el pelo largo y rubio, del color de la miel, y también soy mujer.
-; ¿Cuál es tu nombre?
--; Tría.
-; Precioso. ¿Y cuál es el nombre de tu guía?
--; Tisana. Ella toma mi mano, y flotamos más alto. (Felizmente sorprendida.) Oh, ¡allí está mi grupo de almas! ¡Me dicen hola!(Riéndose.) Es divertido, cada una de ellas quiere ser la primera en estar conmigo. Hay cinco almas. Tienen el aspecto de esferas amarillas
resplandecientes. Todas me abrazan. (Feliz.) ¡Ahora estoy en casa!
-; Le digo a mi paciente que disfrute el momento y le hago una pregunta; ¿Conoces a una o más de esas almas en tu vida actual?
--; Responde con tristeza; No. Estoy sola en la Tierra. -; Pregunta a Tisana cuál es la razón.
--; Otra alma se aproxima. (Horrorizada.) ¡Oh, no!; es Yudít. ¡Viene directamente hacia mí!

El sudor cae por la frente de mi cliente, que se dobla en la camilla. Me lleva algún tiempo volver a calmarla.

--; (Sorprendida.) No puede ser cierto. No me merezco eso. ¡Sonríe y toma mi mano!. ¡Le he hecho tanto daño, y no está enfadada conmigo!
-; ¿Te ha perdonado?
--;(Muy trastornada, responde.) Sí.
-; Siente eso, y llévalo a lo más hondo de ti misma. ¡respira profundamente! ¿Te perdonas tú también?
--; (Suspira hondamente.) Me gustaría. (Larga pausa.) No funciona. No sería apropiado.
-; ¿Qué piensa Tisana de eso?
--; Tiene un aspecto muy serio, y apunta hacia mi grupo de almas. ¡Todos están tan brillantes!
-; ¿Como tú?
--; (Triste.) No, yo no estoy tan luminosa. Mi amarillo está algo sucio.
-; ¿Qué significa eso?
--; (Dubitativamente.) Es porque mi progreso no es tan rápido como el de ellas; es un antiguo problema.
-; ¿Qué problema?
--; (Larga pausa.) En la Tierra, yo me olvido de lo que está perfectamente planificado. Mi grupo me ayuda y entonces, como ser humano, siempre quiero acelerar, ser muy especial. No respeto los acuerdos.
-; ¿Como ocurrió en tu última vida, cuando eras Ráiner?. Vuelve a mirar a tu amiga judía, Yudít. ¿Conoces a esa alma en tu vida actual?
--; ¡No! ¡Sin duda ya no querría estar conmigo! (Se echa a llorar de repente.) Pero sí, ella vuelve a estar aquí. ¡Es mi compañera de trabajo!

Resulta que este alma pertenece al grupo de mi cliente, y ha encarnado regularmente con ella, intentando ayudarle en su camino de  desarrollo. En su vida actual, es la compañera de trabajo de Sandra, que ha intentado, repetidamente, iniciar una amistad con ella. Quiere llevar a cabo un proyecto humanitario muy promisorio con la ayuda de Sandra.

-; ¿Qué piensa tu guía del proyecto?
--; Me muestra una escena de mi infancia. Soy una niña pequeña, de unos seis años, visitando a personas que conocen a mis padres. Están reconstruyendo su casa y mientras lo hacen, se han olvidado completamente de unos conejos que tienen. Su jaula está parcialmente rota. Está llena de polvo y tierra, ¡y los conejos no tienen nada que comer! Les llevo agua y hierba del jardín, aunque al hacerlo me ensucio el vestido. (Pausa.) Mi guía piensa que debería hacer esos proyectos humanitarios que están pendientes, con mi compañera.
-; ¿Qué sientes?
--; Una sensación algo extraña. (Larga pausa.) Pero también deliciosa; sí, ¡eso es!
-; ¿Está bien que yo intente disolver los dolores de tu corazón y tus sentimientos de ansiedad?
--; (Larga pausa.) No, todavía no...; creo que no.
-; Entra en comunión con tu guía del alma. ¿Qué dice Tisana?
--; Mueve la cabeza. Dice que los dolores del corazón son una señal para recordarme que debo escuchar a mi corazón, para aprender a hacer el bien.

Después de que Sandra volviera de su trance, inicialmente parecía estar muy relajada y amistosa. Al principio estaba seriamente preocupada, pensando que no lograría llevar, lo aprendido en la sesión, a su vida cotidiana. Seis meses después, me dijo que ella y su compañera habían dado los primeros pasos para materializar su proyecto; ayudar a la gente a ayudarse a sí misma. La idea era enseñar y apoyar a los granjeros que quieren pasar, de criar animales masivamente, a criarlos teniendo en cuenta su bienestar, y cambiar de la producción agrícola industrial a la agricultura orgánica. Su objetivo es una situación en la que todos salgan ganando.

En cualquier caso, el problema de salud de Sandra no había mejorado. Le sugerí que contactara, conscientemente, con su guía cada día, durante al menos quince minutos. Tardé otro año y medio en volver a saber de ella. Ahora parecía muy feliz y entusiasmada. El proyecto había tenido un arranque particularmente bueno, y por primera vez en su vida, estaba teniendo una relación amorosa. También había seguido mis sugerencias de contactar de manera regular con su guía. A veces Tisana viene a ella como un ganso blanco, permitiendo que el alma de Sandra vuele sobre su espalda. Cuando le pregunté por sus sentimientos de ansiedad y su dolor de corazón, Sandra reflexionó y dijo; «¡Vaya, me he olvidado completamente de ellos. Han ido desapareciendo poco a poco!».
La regresión a una vida anterior, y lo que es más importante, a la vida entre nuestras vidas terrenales, puede entenderse como una terapia espiritual que integra nuestra sabiduría divina en nuestras experiencias mundanas. El caso de Sandra es un buen ejemplo de lo profunda y saludable que puede ser la conexión con el mundo espiritual. De acuerdo con mi experiencia, es imposible realizar una terapia que tenga como objetivo el crecimiento espiritual y la sanación corporal fisicopsíquica sin conectar con nuestra alma. Como terapeuta de la regresión espiritual, sé, después de incontables sesiones, que una simple regresión a una vida pasada no es suficiente. Es crucial guiar a los clientes a su experiencia de vida-entre-vidas para conseguir la información necesaria que permita hacer un verdadero progreso. La experiencia profesional es el factor clave para dirigir regresiones espiritualmente orientadas. El segundo factor clave es el contacto consciente del terapeuta con los seres superiores del mundo espiritual, tanto antes como durante la sesión. En cualquier regresión, mantengo una comunicación intensa con el mundo espiritual; sólo haciendo esto me es posible ofrecer la ayuda y el apoyo que necesitan mis clientes.
En ese mundo somos invitados, y debemos recordar que somos almas creando experiencias en un cuerpo humano, tratando de llevar la conciencia del alma a la forma material. En cuanto empezamos a comprometernos, y a confiar en la guía divina, podemos conseguir toda la ayuda necesaria para nuestro crecimiento espiritual.
Podemos saber muchas cosas mentalmente, pero la cualidad de nuestra existencia queda potenciada cuando conectamos con nuestra alma, y aprendemos que somos seres inmortales, de luz y amor. Cuando veo el progreso rápido y positivo que produce la regresión, siempre me siento agradecida y profundamente conmovida. Acompaño al cliente en cada sesión de regresión espiritual, y durante el proceso, también crezco en la conciencia de nuestra unidad. La verdad profunda es que no hay separación. Todo; los seres humanos, los animales, la naturaleza, la Tierra, y la totalidad del universo; todas las formas materiales, las no materiales y el mundo espiritual, forman parte de; «todo lo que es»; la fuente divina y eterna.