miércoles, 20 de julio de 2011

CAPÍTULO 7. Lothar el bárbaro

Es interesante oir el capítulo si no eres sordo. Y leerlo, si no eres ciego.



CAPÍTULO 7. Lózar el bárbaro.

Cuando se afronta una situación difícil o dolorosa, el sufrimiento consiguiente puede reducirse, notablemente, cuando se encuentra el sentido, o el propósito, de esa experiencia, aunque la situación no mejore. Lo que sigue, es la historia de un hombre asolado, crónicamente, por una falta de energía. Al no descubrir una causa médica para su estado, empezó a explorar el aspecto espiritual de la cuestión. Una única sesión de vida-entre-vidas dejó en claro la razón de su situación. El cliente aún experimenta niveles bajos de energía, pero este conocimiento le ha liberado del sufrimiento que le acompañaba, e incluso ha llegado a considerarlo como un recordatorio palpable del crecimiento de su alma. Vayamos al relato.

TAL VEZ LO QUE MÁS sorprende al conocer a Mark, es su apariencia común; una persona normal, un poco más baja que la media, que trabaja a tiempo completo en un empleo normal. Como muchas personas que han superado los cuarenta, Mark tiene un creciente interés por las cosas de naturaleza espiritual. Durante la mayor parte de su vida, se cansaba con facilidad, y tenía que tener mucho cuidado de gestionar bien su energía.
Esto es lo que Mark dice al respecto; «Siempre he tenido la tendencia a desear tumbarme, más que la mayoría de la gente. Sentía que tenía que cuidar mi energía mucho más que mis amigos. Parece que la cantidad de energía que tengo es muy limitada, y tengo que gestionarla con cuidado. Me he sentido víctima de mi propio cuerpo, como si éste me hubiera traicionado. No tengo el síndrome de fatiga crónica, ni nada parecido. Soy capaz de trabajar ocho horas al día y seguir la marcha de la mayoría de la gente. De modo que no tengo una energía anormalmente baja, simplemente parece que debería tener más energía de la que poseo".

Después de leer el trabajo del doctor Máicol Niúton en su libro La Vida entre Vidas, Mark decidió buscar un terapeuta que le hiciera hipnoterapia. «No hice hipnoterapia antes, y pensé que ésta podía ser la oportunidad de explorar a un nivel más profundo, y conseguir más conocimiento de una fuente superior".

Buscando en el portal del Instituto, encontró a varios terapeutas y seleccionó el que más le atraía, aunque tenía que pasar varias horas conduciendo para llegar a mi consulta. Como Mark no tenía experiencia con la hipnoterapia formal, y mucho menos con la regresión a vidas pasadas, dudé de proponerle inmediatamente una sesión. Después de un correo electrónico y una conversación telefónica, acordamos ver hasta dónde podíamos llegar, y le pareció bien volver para realizar más sesiones, si fuera necesario.
Una mañana soleada de comienzos de noviembre, Mark llegó a mi oficina vestido con una camiseta, pantalones vaqueros desgastados y zapatillas viejas. Mientras se sentaba en el pequeño sofá situado al lado de mi escritorio, le pregunté por alguna nueva cuestión que pudiera tener, y dediqué algún tiempo a repasar las preguntas y respuestas de nuestra conversación
anterior. Cuando acabé de delinear el posible curso de la sesión del día, Mark se trasladó del sofá a un pequeño reclinatorio de cuero.
Durante los siguientes cuarenta y cinco minutos, trabajé con Mark en la fase preliminar de nuestra sesión. Le llevé, gradualmente, a un trance cada vez más profundo, y le proporcioné oportunidades de poner a prueba, y medir, la profundidad de su trance, haciendo una serie de ejercicios de calentamiento, con el fin de vivificar su experiencia interna a través de las diversas modalidades sensoriales; es decir, tanto visual, como auditiva, quinestésica, olfativa y táctil. Esta fase inicial del trabajo hipnótico, culminó con una regresión. A partir de la era presente, entramos profundamente en el pasado de Mark; al principio superficialmente, y después, deteniéndonos a las edades de doce años, siete y tres, para examinar más de cerca los detalles de su entorno.
Mark parecía estar sacando a la luz experiencias detalladas de su infancia, como si estuviera experimentándolas directamente en lugar de, simplemente, recordarlas. Ésta era una muy buena señal. Activé mi equipo de grabación, e hice que Mark regresara a antes de su nacimiento, cuando se sentía dentro del vientre de su madre. Casi inmediatamente, dimos con una veta importante. Veamos el caso.

-; Mark; por favor, cuéntame lo que estás experimentando.
-; Me siento flotar. Soy yo mismo, pero mucho más primitivo.
-; Siente tu energía en ese yo primitivo. ¿Sientes que tu energía encaja bien ahí?
-; No. No parece particularmente bueno.
-; Háblame de eso. ¿Qué es lo que notas?
-; Esto no es a lo que estoy acostumbrado.
-; Dime a qué estás acostumbrado.
-; Estoy acostumbrado a ser un tipo más bien grande, bullicioso y desordenado, con mucha fuerza y energía física; un tipo muy fuerte, una especie de guerrero y conquistador de mujeres. El cuerpo que tengo ahora es demasiado débil, más bien enclenque.

Mark, después, apuntó que esta revelación le había cambiado la vida. Me dijo; «Fue una pregunta genial, porque nunca lo había mirado desde ese punto de vista".

Curioso por saber más sobre ese carácter bullicioso, desordenado y energético le guié fuera del útero materno, hacia la vida anterior a su actual encarnación.
-; Mark; Nota que ahí mismo, la puerta se está abriendo, y la corriente del tiempo sigue fluyendo hacia atrás. Dentro de un momento te va a llevar, a través de esa abertura, de vuelta a otra vida. Ahora, tal vez seas uno de esos tipos grandes, fuertes, duros, conquistadores de mujeres y muy físicos o, tal vez, llegues a otra vida. No hay manera de saberlo, pero va a ser muy, muy interesante. ¿Estás preparado?
-; Mark pareció asentir.
-; De acuerdo; -dije-; vamos allá.

Los ademanes de Mark, y su expresión facial, cambian.
-; Le pregunto; ¿Qué experimentas ahora?
-; Soy un guerrero vikingo.
-; ¿Es de día, o de noche?
-; Es de día.
-; ¿Y qué está pasando?
-; Hay robos y pillajes.
-; ¿Son tus cosas favoritas?
-; Sí. ¡Oh, me lo estoy pasando genial! Robar mujeres, romper cosas. Robar, llevarme a casa las cosas buenas. Victoria, siempre victoria. Nosotros siempre ganamos.
-; ¿Por qué es así?
-; Porque somos más listos, más duros y más crueles. Nadie puede derrotarnos. ¡Porque somos vikingos! Y somos los reyes de nuestro reino. No soportamos nada de nadie. Somos los más fuertes, y los más malos. Nos encanta aterrorizar a la gente, y lo hacemos habitualmente.
-; ¿Qué te gusta especialmente de eso?
-; Hace que me sienta muy poderoso. Me encanta sentirme poderoso. Hace que me sienta muy bien. Y creo que vivo para ello, y quiero más. Cada vez que mato a alguien, violo a una mujer o robo un tesoro, me siento mejor. Me pone muy contento.
-; ¿Qué edad tienes?
-; Unos treinta.
-; De modo que has estado haciendo esto durante algún tiempo.
-; Sí, lo he estado haciendo durante algún tiempo. Es un estilo de vida verdaderamente fantástico. No tengo límites, y eso me gusta mucho. Es genial.

Aunque esta información puede ser interesante, incluso entretenida, no arroja mucha luz sobre lo que ha ocurrido para que Mark tuviera poca energía en su vida actual. ¿Qué le ha llevado a elegir una experiencia tan distinta en esta ocasión? Necesitábamos la perspectiva más ámplia que sólo está disponible en ese espacio de entre vidas. Pero, para llegar allí, teníamos que llegar al final de la vida de este líder vikingo. Di instrucciones a Mark para que avanzara hasta el momento de su muerte. Se encontraba en una cueva, unos diez años después. Tenía cicatrices de la feroz batalla, y ya no era tan robusto; había sido atacado por una facción de su propio bando, que trataba de arrebatarle el control.
Tres hombres, armados con espadas, le cercaron. Él está dispuesto a acabar como un guerrero vikingo, y tiene la intención de matar a todos, pero ahora es demasiado lento. La espada de un oponente le atraviesa el estómago, y al momento siguiente, siente otro filo morderle el cuello. Mark comenta lo siguiente.
-; Siento un miedo extremo. Un filo me está cortando. Todo ocurre a cámara lenta. No puedo creerlo. Estoy conmocionado. Después de todas las batallas que he ganado, perder ésta va más allá de mi comprensión. La conmoción que siento. Pensé que sería algo más glorioso. Pero no. No es glorioso.
-; ¿Qué te ocurre ahora?
-; Bueno, es como si el filo hubiera penetrado hasta la mitad. Aunque ocurre en un instante, parece muy ralentizado.
-; ¿Estás aún en tu cuerpo?
-; Sí. De acuerdo, la cabeza está separada del cuerpo, y ahora me salgo del cuerpo hacia atrás. El cuerpo ya no es una unidad completa y, por tanto, no puedo seguir en él. Parece que soy empujado hacia fuera de manera bastante rápida, empujado por la espalda. Veo que mi cuerpo se va, se queda abajo, y yo estoy de pie, fuera de él. Aún me sigue gustando mucho ese cuerpo. Contemplo, absolutamente, todo. Los guerreros están celebrando su victoria por haberme matado.
-; ¿Y qué pasa a continuación?
-; Estoy simplemente ahí. Sigo estando ahí, en estado desencarnado. Me siento muy solo y destrozado, y no sé qué hacer.
-; ¿Cuánto tiempo permaneces ahí, antes de seguir adelante?
-; Parece un periodo de horas. Simplemente, estoy allí. No sé qué hacer.

A medida que el vikingo empieza a considerar la vida de la que ha sido arrebatado repentinamente, empieza a ver las cosas de otra manera desde esta asombrosa nueva perspectiva.
-; Bien, parece que todas las cosas que amaba, mis victorias y mis tesoros, ahora ya no significan nada.
-; Mark. ¿Qué es, ahora, lo importante?
-; Bueno, no lo sé.

Aún confuso y desorientado, Mark toma conciencia de la presencia de un par de seres que se han unido a él. Estos seres parecen estar hechos, casi completamente, de luz, aunque sugieren formas humanas.
-; Me están llevando, lentamente, hacia atrás. No veo a dónde voy. Ellos son una presencia muy reconfortante pero, de algún modo, no me interesa que me reconforten,  aún me sigo sintiendo como el guerrero vikingo. No acepto la comodidad. Soy como un dios para mí mismo. Pero voy con ellos porque no parece haber ningún otro lugar a donde ir. Y ellos me llevan a alguna parte. Intento no tener miedo, pero lo tengo. No sé dónde voy. Seguidamente, durante un tiempo, todo está muy oscuro. Es casi como si me desmayara, o perdiera la conciencia. Estoy pasando por algún tipo de transición.
-; De acuerdo, Mark. Haz una pausa, y permite esa transición; deja que ese proceso se despliegue de manera segura. Ya has experimentado algunas cosas muy dramáticas y sorprendentes, de modo que, probablemente, no te sorprenderá que esta experiencia, por muy diferente que sea, tenga lugar. Deja que las cosas sigan adelante. ¿Qué está pasando ahora?
-; Parece que he perdido mi cuerpo de vikingo. Me convierto en una bola de luz.
-; ¿Cómo te sientes?
-; Todo es muy extraño. Aún no estoy acostumbrado a este lugar. Me parece muy nuevo, y no me es familiar, ni me siento cómodo.
-; ¿Siguen las otras dos luces contigo, o están cerca?
-; Están muy cerca. Me guían. Veamos, me llevan a un aula. Y están, están haciéndole algo a mi energía. Aún estoy muy identificado con el vikingo que era. Y siento una energía muy agresiva. Estoy como enfadado. No me gusta lo que está pasando. Quiero luchar con alguien. De modo que me llevan a lo que denominan, la habitación de los ajustes; allí hay otra gente que puede lidiar con mi energía agresiva. Me calman y me dicen que estoy perfectamente bien, aunque lo que siento parece estar muy fuera de lugar aquí. Pero estoy tan impregnado por esta energía agresiva, que necesito algún tipo ajuste. No puedo estar en la sociedad normal. (Mark se ríe.) Parece que he sido llevado al correccional o algo parecido.
-; Dime, Mark. ¿Es un lugar especial para la gente como tú?
-; Exactamente, un sitio para volver a empezar.
-; ¿Cómo ajustan tu energía?
-; Es como si me dieran espadas de plástico, y me dijeran; vete a por ellos, empieza a golpear las cosas. Es como lo que se hace con un niño enfadado. Me dan mucho espacio, y mucho tiempo, simplemente para golpear cosas, para golpear y matar, mostrarme agresivo y expresarlo. Pero siento ganas de llorar, porque siento todo esto con amor.
Por más enfadado, amenazante y agresivo que esté, todo el mundo me ama. Y está bien. Está bien. Parece que no puedo; en realidad, no les estoy amenazando. No reaccionan hacia mí, como reaccionaba la gente en mi última vida. La gente sentía miedo de mí, y se alejaba. Estas personas no tienen miedo; simplemente me aman incondicionalmente. Y, gradualmente, van abriendo mi corazón. Todo el tiempo se limitan a sentarse conmigo y a dejar que tenga mis rabietas, o lo que quiera que haga. (Llora.) Simplemente están allí, totalmente para mí.
-; ¿Están todavía contigo las dos luces que te llevaron ahí?
-; Aún están por aquí, pero me han puesto en manos de consejeros especializados en personas como yo. ¡Me siento abrumado por el amor!
-; Es abrumador, ¿verdad?
-; ¡Oh!, ¡y tanto! ¡Me siento tan abrumado por el amor! Me voy calmando gradualmente, pero necesito mucho tiempo. Me cuesta mucho tiempo atravesar esta energía, porque hay una parte de mí a la que le encanta esa energía agresiva.
-; Por supuesto.
-; La siento tan libre y poderosa. Y me gusta tanto, que no quiero renunciar a ella. Pero tengo que hacerlo, porque, de otro modo, estaré aislado para siempre. Dicen que mi amor por la violencia es tan intenso, que casi han tenido que reorganizarme, o enviarme de vuelta a la fuente. Pero, después de una larga discusión, han decidido que siga adelante. (Llora.) Tal vez sea uno de los peores casos que han tenido.
-; ¿Qué les ha hecho decidir seguir ahí contigo?
-; Bien, se me dice que, de algún modo, mi amor a la violencia ha creado algo bueno en mí. Es una experiencia única, que puede orientarse en otra dirección. Me da una fuerza y un poder extraordinarios que, finalmente, podrían usarse para el bien. Pero tiene que ser refinada y enviada en otra dirección. No quieren destruirla, no quieren desperdiciarla. Es muy, muy valiosa para el colectivo. Y siento una gran alegría al entender esto; no hay nada equivocado en mí, simplemente, soy único. Necesito experiencias intensas. Y esa capacidad de ser violento también puede ser una intensa experiencia de amor. Yo también puedo amar intensamente. Ésa es mi principal lección. Por eso no querían reprogramarme. Porque tengo algo único que ofrecer. Entré tan profundamente en la violencia, que convertí eso en amor. Amaba la violencia; la amaba tanto, que se convirtió en amor. Y así, soy un tipo único por mi capacidad de convertir la violencia en amor. Tengo una comprensión única de la violencia por esa razón, y eso me da algo valioso que podré usar más adelante.

Mark, informa que su sensación del tiempo transcurrido en ese aislamiento es como de treinta años terrestres.
-; ¿En algún momento de esos treinta años te encontraste con tus guías primarios? ¿Te supervisaron en algún momento?
-; Ésa es una buena pregunta. No. Cuando digo aislamiento, ¡estoy hablando de aislamiento! No viene nadie, aparte de los guías especializados que me están ayudando a realizar esto, esta transición. Las almas con las que estoy tratando soy muy viejas, muy experimentadas y muy poderosas; son capaces de controlarme con una mirada, con una sonrisa. Tienen una habilidad increíble cuando quieren ordenar algo. Incluso yo estoy de acuerdo con ellos. Son como esos dioses hindúes que tienen aspecto de diablos. Pueden pasar de ser beatíficos a ser horribles en un instante. Llegan a atemorizarme.
-; Parece que esos especialistas pueden hacer de espejo de lo que más miedo te da. ¿Se transforman en lo que más miedo te da?
-; Sí. Parecen tener una capacidad única de hacer eso. Tengo la sensación de que son seres muy elevados. Están muy evolucionados.

Finalmente, su periodo de aislamiento y ajuste se completa, y Mark se encuentra con su guía primario.

-; ¿Tienes más de un guía primario?
-; Parece que tengo uno, que puedo ver ahora mismo, y hay otros en el fondo. Estoy viendo a un hombre. Es como un anciano, con barba blanca y muy sabio, como un mago. Se parece a Gandalf, aunque no exactamente, sin sombrero de punta ni nada parecido. Es como un mago, un alquimista, un hombre muy sabio que ha pasado muchas, muchas profundas experiencias, y ha vivido muchas vidas increíbles.
-; En este reino, ¿cómo te llama?
-; Vaya, ¡qué duro! (Pausa.) Me llega, Lothar.
-; Y dime, Lothar, ¿cómo llamas tu a ese alquimista o sabio? ¿Cómo llamas a tu guía cuando te diriges a él?
-; ¿Kámon?. Káymun, sí, eso es. Káymun, sí.

Mark siguió describiendo su educación bajo el tutelaje de Káymun. Esto incluía encarnaciones, («viajes de campo» los llama Mark), en otros planetas, además de la Tierra. La mayoría de las vidas de Mark en la Tierra las pasó siendo algún tipo de guerrero. Entonces, llegó el momento de analizar su vida actual.

-; ¿Qué te pasa con tu cuerpo actual?
-; Siento mucha resistencia a esa pregunta, pero quiero comentarla.
-; De acuerdo. Dentro de un momento voy a contar de tres a uno y voy a tocarte en el hombro. (Toco a Mark en el hombro derecho.) La próxima vez que te toque en este hombro, deja que Káymun hable a través de ti, para que yo también pueda oírle. Si esto es aceptable para vosotros dos, simplemente mueve la cabeza, y sabré que estamos listos para continuar. (Después de una pausa, Mark afirma con la cabeza).
-;Káymun, la persona que yo conozco con el nombre de Mark, parece tener algunas resistencias a la situación que vive en su cuerpo actual. Háblame de eso.
-; (Con una voz diferente, como Káymun.) Bien, él tiene mucho orgullo. Tiene un alma muy orgullosa, y tiene una gran resistencia a entrar en esta vida.
-; ¿Qué vida es ésta?
-; (Como Káymun.) Ésta sería su vida presente, como Mark. Ahora ha tenido que entrar en un tipo de cuerpo diferente. Y descubrir. (Pausa.)
-;Sigo preguntando a Káymun. ¿En qué sentido? Ciertamente, Mark parecía desconcertado en su última vida.
-; Sí, pero sus días de ser abrumado han terminado. Ya ha desarrollado lo que tenía que desarrollar en esas vidas. Seguir por ahí sería inútil. Ahora tiene que entrar en otro tipo de cuerpo, y descubrir qué es ser una persona normal, un verdadero ser humano, con sentimientos y con una mente. Pero, en realidad, no quiere hacer eso. Le gusta ser el otro.
-; Entonces, ¿eso explica el hecho de que Mark sienta esa falta de energía? ¿Es, simplemente, que se le ha dado un cuerpo en el que no va a poder volverse loco?
-; Sí; exactamente es eso. Su energía fue reducida al mínimo. Sólo se le ha dado el 49 por 100 de la que podría tener. Y esto se ha hecho a propósito, para impedir agresiones indebidas. Ha sido debilitado a propósito.

Káymun indica que, en términos de energía, Mark trae a esta vida la mitad de la que podría tener. Esto no significa la mitad de toda la energía de su alma. La mitad, (no la mayoría), de nuestra energía permanece en el mundo del espíritu durante cualquier encarnación dada; el 49 por 100 de lo que podría tener representa, probablemente, menos del 25 por 100 de la totalidad de la energía del alma que actualmente se expresa como Mark.
-; Káymun prosigue diciendo lo siguiente; Mark tiene que aprender una lección. De modo que le estamos enviando menos energía a propósito, para que no tenga que luchar con las realidades de tener un cuerpo, y no pueda ir por ahí haciendo de las suyas, como si fuera un dios encarnado. El plan ha tenido mucho éxito.
-; Parece estar aprendiendo bien de estas experiencias.
-; Káymun responde; Sí, pero le resulta muy difícil. Le ha hecho indagar mucho en su alma, y eso es bueno.

Aunque Mark sigue sintiendo un nivel bajo de energía, se siente en paz con la experiencia, entendiendo que forma parte de la evolución de su alma, y dice; «Esto explica mucho de lo que he estado experimentando durante toda mi vida, y la increíble desconexión entre la energía que siento internamente, y la que tengo. Siempre ha sido difícil para mí lidiar con esto. Esta experiencia (de la vida-entre-vidas), ha hecho que me resulte mucho más fácil aceptar mi situación, y manejarla. Ahora, puedo superar la frustración. Ahora, entiendo, y esto hace que gestionar mi energía sea mucho más fácil. La hipnoterapia ha sido algo enorme, muy, muy clarificador para mí".