martes, 26 de julio de 2011

CAPÍTULO 12. Lo pequeño es hermoso.

Es interesante oir el capítulo si no eres sordo. Y leerlo, si no eres ciego.





En la regresión al útero, llevar al cliente a un momento anterior a su nacimiento en esta vida, es una de las fascinantes etapas del proceso. Allí, puede volver a familiarizarse con la conciencia de su alma, a veces por primera vez desde su nacimiento, y recordar cómo pensaba como alma se adaptaba para vivir la existencia humana. Las almas experimentadas, a menudo adquieren profunda comprensión que después se expande durante su visita al período de la vida entre vidas. La historia siguiente describe la experiencia regresiva de una de estas almas. Pasemos a la historia.

ERA UNA ALEGRÍA CONOCERLA y trabajar con Yésica. Estaba claro que lo único que quería era descubrir todo lo posible en su sesión de regresión. Antes de llegar a esta experiencia, ya había realizado una serie de cambios importantes en su vida, incluyendo un valiente movimiento en su carrera profesional, que la alejó del exigente entorno empresarial corporativo, y la llevó a desarrollar su propio negocio como entrenador personal, o “coach”. Era mujer inteligente, inquisitiva, y amante de la diversión, con una energía refrescante, y sed de conocimiento aparentemente insaciable. Yésica, sólo medía metro y medio de altura, y tenía apariencia ultrafemenina, pero su presencia en la sala parecía enorme. Estaba casada con Sam, y era madre, tanto biológica como adoptiva, de cinco hijos. Con su marido, compartía un profundo amor por el mundo natural, y le encantaban los animales, particularmente perros y caballos. El matrimonio tiene la intensa sensación de ser compañeros primarios, es decir, pareja del alma. Yésica, y todos los miembros de su familia, o sea,  padres, un hermano y tres hermanas, han demostrado tener personalidades fuertes, pero el intenso interés de Yésica por todo lo espiritual es único, dentro de su grupo familiar.

Yésica alcanzó rápidamente el profundo nivel de trance, y accedió, fácilmente, a algunos recuerdos felices de su primera infancia. Aunque tuvo sus problemas en la niñez, los años de desarrollo personal siguientes han hecho que, ahora, su visión de las dificultades sea clara y sin complicaciones. Después, regresó a su estancia en el útero materno, poco antes de nacer. Su primera reacción fue de sorpresa, por ser capaz de oír el latido del corazón de su madre, que le sonaba, «extraño». Pronto, la fuerza de las emociones de su madre se hizo abrumadora, y aquí tuvimos el primer indicio del deseo de este alma compasiva, de ayudar y sanar a los demás. Con lágrimas en los ojos, me cuenta que su madre necesitaba una gran cantidad de amor y apoyo, y ella se lo proporcionaba enviándole curación, en forma de una luz dorada, explicando lo siguiente; «Sólo lo pienso, y ella se siente reconfortada”.

También descubre, que no habría emprendido su viaje a la iluminación espiritual con ninguno de sus hermanos. Y después se da cuenta de esto: "En esta vida, mi cuerpo va a ser pequeño. En otras vidas he sido más alta, más dominante, generalmente un líder. Va a ser interesante trabajar en este cuerpo, porque sé muchas cosas. Mi cuerpo pequeño significa que tendré que adaptarme, y dirigir, desde otra perspectiva. Tendré que mostrar a la gente lo que sé, para que escuchen el contenido y no sean, principalmente, conscientes de mi presencia física. Cuando eres pequeña, tienes que hacer que se sienta tu presencia de otra manera. Este cuerpo es, exactamente, lo que necesito ahora; es burbujeante, entrañable, y muy divertido”. Yésica, finaliza diciendo; “Esta vez, me llevará mucho tiempo entender cuál es mi papel, y elegí este reto existencial porque pensé que sería divertido”.

Esto se confirma cuando conozco su experiencia de vida; por ejemplo, ella emprendió su gran cambio profesional al principio de la cuarentena. Después, vinieron otras revelaciones importantes. La entrada en este cuerpo, su integración con el cerebro y sus circuitos, no sólo fue, «simple y excitante», según sus palabras, sino que, «pudo ver el gran potencial de esta combinación particular». Cuando le pregunté cuál era la naturaleza de ese potencial, me respondió, instantáneamente; «Soy profesora, y esto me ofrece oportunidades completamente nuevas para enseñar”.

Dedicaré muy poco tiempo a la regresión de Yésica a una vida pasada; sólo quiero describir que fue una experiencia que le ayudó a sentirse segura. Su última vida pasada, demostró ser tranquila y descansada. Sabía que muchas de sus vidas anteriores habían sido difíciles y llenas de retos, -en grandes cuerpos dominantes, e incluían retos tanto físicos como mentales-; pero este ciclo particular le proporcionó la comprensión vital; «de que la vida no tiene por qué ser una lucha”. Su alma dejó su cuerpo sin esfuerzo ni lamentos, y su sentimiento principal era el de, «venir a casa cuando dijo, ya estoy aquí otra vez». Yésica se encontró con su guía, que había aparecido en muchos sueños, en repetidas encarnaciones, como el, Viejo Padre Tiempo. Ella dice que no hace falta poner un nombre a su alma ni, a la de él pues, -simplemente, se conocen-, pero, en el contexto de esta experiencia, ella le llama, Tiempo.

En su vida actual, siendo un alma inquisitiva en pleno proceso de aprendizaje, Yésica lee mucho; no es exagerado decir que devora los libros. Por tanto, no me sorprendió de que su guía, nombrado como, Tiempo, le llevara a la biblioteca, en la que pudo revisar tanto ésta  como otras vidas. Él guía estaba de pie, detrás de ella y a su izquierda, y le dijo, delicadamente; «Relájate y disfruta; no hay prisa”. Ella se tomó su tiempo, y descubrió muchas cosas. Dijo; «Me llegan imágenes y sensaciones del libro, no cuadros. La vida de la que vengo ahora, me indica que no debo forzar las cosas, porque ya he aprendido mucho. No tengo que esforzarme por enseñar a los demás; basta con seguir haciendo lo que hago ahora, y permitir que otros tomen sus propias decisiones”. Su guía, Tiempo, le recuerda, delicadamente, que ella no es responsable de las decisiones de otros, diciéndole; «Éstas llegarán en su momento, no en el tuyo”.

Yésica descubre en su libro una página en blanco. «Está aquí, para recordarme algo. Como he encarnándome desde hace tanto, la página en blanco me advierte de que puedo elegir. Si quiero volver después de esta vida física, tengo elección; puedo pasar a la etapa siguiente, si así lo elijo. De algún modo, esto está vinculado con el recordatorio de que no tengo que luchar. Formo parte del cambio, el increíble cambio que se está produciendo en el mundo. Es importante recordar que lo que hago no es para mí, es para el mundo. Las recompensas para la humanidad, por todo lo que hacemos, serán enormes”.

Antes de esta sesión, Yésica no había leído los libros del doctor Newton, pues prefería esperar para no comparar su experiencia con la de otros. Su guía la dirige hacia delante, y Yésica describe un pasillo abovedado, que conduce a una sala enorme. Reconoce adónde va; «Ah, sí, esto es el consejo”.
Entonces, comienza una visita aleccionadora al Consejo de Ancianos. Uno de los miembros es una mujer, vestida de verde. Yésica, se siente encantada al reconocer que este ser la ayuda y guía, cuando está con sus clientes, fortaleciendo su, «conocimiento», mientras trabaja. Otra miembro, que también irradia energía femenina, viste  túnica de lino natural, y responde a la pregunta de Yésica sobre, por qué siente, con tanta fuerza, la sabiduría femenina, en oposición al dogma religioso dominado por los hombres. Yésica se entera de que el mundo está cambiando, y que está volviendo la era de lo femenino; el mundo ha estado tan inmerso en una intensa energía masculina, que ha olvidado su equilibrio. Mi cliente dice; «Ella está aquí para representar la Tierra, que es lo más importante. Habrá un cambio significativo, por eso lo siento con tanta fuerza, y será durante mi vida. Su túnica de lino es para recordarme que me proteja usando cosas naturales; nada de artificio, sólo procesos naturales. Su mensaje consiste en recordarme que yo conozco el comienzo. Reconozco el equilibrio”.

Después de esta visita al Consejo de Ancianos, tan llena de información, Yésica pide visitar a su grupo de almas. Aquí, descubre a Sam, su marido actual. Y cuente lo siguiente; «Él me abraza; es un alivio, y me parece maravilloso. Aprendemos tanto juntos. Elegimos las vidas que deseamos; no hay duda de que continuaremos encontrándonos en el tiempo. Nota; en esta vida, Sam es el segundo marido de Yésica). Mi cliente continúa diciendo; “Sam me dice que sabe lo que tiene que aprender, y lo que ya se aprendió. Incluso se ha calzado botas embarradas para decirme que tiene los pies en la tierra y está, plenamente, enraizado”. Nota; (Este comportamiento de Sam sirve para reconocer, de manera especial, el amor que ambos sienten por el mundo natural, y por el cultivo de productos naturales.) En su actual encarnación, Sam ayuda a Yésica a recordar que necesita estar en el mundo natural y en contacto con la tierra, tal vez para equilibrar su tendencia a pasar más tiempo en el plano espiritual. La música es un intenso foco de atención compartido por ambos, y, en este punto, Sam le transmite una canción particular, que le recuerda su objetivo compartido. Como la elección de la música es algo privado, no la presiono para que me la identifique.

Entre tanto, Yésica ha seguido avanzando. Descubre que, junto con Sam, forman parte de un muy pequeño grupo de almas. Me dice; «Son muy callados, no reconozco a ninguno de ellos en mi vida actual, pero les conozco. Estamos desarrollándonos como grupo. Tengo la sensación de que Sam y yo somos exclusivos, y de que estas almas, se han unido a nosotros recientemente. Son de color translúcido; Sam es de color amarillo, y tiene las botas embarradas, y yo soy verde oliva, con un toque de amarillo”.

Según la investigación de Michael Newton, el color amarillo claro indica coraje y perseverancia, y la aparición del verde en el color nuclear de Yésica, indica sus dotes curativas.

De repente, algo se clarifica en la mente de Yésica, y se da cuenta de que ella y Sam son los profesores de este grupo y que, sus colores translúcidos, pueden indicar que se trata de almas jóvenes. Ella y Sam desempeñan un nuevo papel, y el grupo es nuevo; éste es un grupo de aprendizaje. De momento, ella no es consciente de todos sus deberes, sólo sabe que guardan relación con la energía. Entonces, gracias a su guía, nombrado como, Tiempo, recuerda que está aprendiendo a ser guía. Tiempo, da a Yésica una señal que permitirá a ésta reconocer que se encuentra presente en su vida. En la actual encarnación, ella nunca lleva  reloj de pulsera. El guía le muestra la visión de un reloj con una cadena, y si ella ve esto cuando dude entre actuar o no, sabrá que él le instiga a actuar. Esperaba que Yésica quisiera visitar el lugar de selección de la vida para descubrir más sobre su pequeño cuerpo, pero se negó. «Esto ya está completo. Puedo volver en otra ocasión, para descubrir más cosas, y también aprenderé en sueños”.

Yésica y yo nos hemos mantenido en contacto durante dos años, desde su experiencia. Compartimos muchos intereses, y he podido observar, de primera mano, su curación y sus capacidades como profesora. Inmediatamente después de la sesión, me dijo que su primera impresión era el amor, completo e incondicional, que existe en su Hogar del Alma. Estaba encantada con lo que entendió sobre sus hermanos, y sobre su relación con Sam, marido y pareja del alma. Había entendido cómo podía ayudar a Sam en esta vida, y confirmó su profunda sensación interna de que nunca tiene que dudar de él.

Durante el regreso, se mostró renuente a volver del estado de conciencia expandida y retomar las limitaciones de su cuerpo actual, y le resultó especialmente duro alejarse de un entorno en el que la comunicación es, puramente, telepática. Ésta es, claramente, su elección como alma avanzada. Pero sentía que la experiencia le había enseñado a no preocuparse tanto de las cosas físicas. Lo cierto es que, en su actual encarnación, ha llevado a cabo mucho de lo aprendido en nuestra sesión. En el momento de escribir esto, han pasado dos años y cuatro meses desde su sesión. Durante ese tiempo, ha estudiado reiki, alcanzando el grado de maestría, lo que le permite combinar las enseñanzas de su alma con la curación. Sus capacidades intuitivas se han expandido mucho, pues recibe ayuda de la guía verde, quien la acompaña cada vez que saca a pasear a su querido perro. Le ha encantado descubrir que sus capacidades curativas se extienden, también, a los animales, y ha creado una consulta, única en su zona, para perros y caballos. Su práctica del llamado, entrenamiento personal o, “cóuching”, en la denominación anglosajoa, se ha expandido para incluir la curación intuitiva, y la guía práctica. Durante mucho tiempo, se ha sentido interesada por la curación con cristales, y ahora ha formalizado su interés estudiando para obtener una titulación aceptada internacionalmente. Yésica, ha creado dos grupos de desarrollo personal, en los que su capacidad didáctica es muy apreciada. No se siente incapacitada, en sentido alguno, por el tamaño de su cuerpo, y está aprendiendo que sus alumnos escuchan y aprecian el contenido de sus enseñanzas. No necesita, digamos, «forzar» la situación.

Sin duda, fue un gran privilegio trabajar con este alma esclarecida y, lo que es más importante, ser testigo de su desarrollo subsiguiente, y compartirlo. La experiencia de Yésica, le proporcionó mucho entendimiento, herramientas, e indicadores valiosos, y tal vez lo más importante es que continúa aplicándolos en su vida diaria.